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Los artículos más recientes

Recortables del cuerpo y del esqueleto

Lunes 26 de septiembre de 2011 por José M. de la Rosa Sánchez — CIENCIAS NATURALES, Manualidades, Ciencias, Cuerpo, Esqueleto, Recortable

Tres fichas complementarias, aunque también se pueden trabajar independientemente, para el Primer Ciclo de Primaria. Una vez coloreadas, recortadas y montada la primera,que puede unirse con pegamento o con encuadernadores, se pegan las piezas del esqueleto en la parte posterior, con lo cual girando tenemos el exterior del cuerpo y el esqueleto.


Ilusión Óptica: Silencing

Domingo 25 de septiembre de 2011 por José M. de la Rosa Sánchez

Silencing es una ilusión óptica que demuestra que es difícil notar el cambio cuando se mueve los objetos. Haz clic en el play y fija la vista en el pequeño punto central, verás como cambian de color los puntos del círculo, pero cuando empiece a girar a derecha e izquierda notarás que los puntos dejan de cambiar de color,aunque en realidad lo siguen haciendo. Repite la experiencia pero mirando directamente a los puntos  y comprobarás la diferencia. En  visionlab.harvard.edu / silenciar / hay disponible otras variedades basadas en el mismo efecto.


DÉJAME DORMIR, MAMÁ

Sábado 24 de septiembre de 2011 por sustosbrujiles — GENERAL

DÉJAME DORMIR, MAMÁ

Ojo a la fecha y el autor

Hijo mío, por favor,
de tu blando lecho salta.
Déjame dormir, mamá,
que no hace ninguna falta..

Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá,
que no hace falta ninguna.

Hijo mío, por favor,
que traigo el café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un rato más aproveche..

Hijo mío, por favor,
que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana!

Hijo mío, por favor,
que el sol está ya en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada si falto.

Hijo mío, por favor,
que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone mucho esfuerzo.

Hijo mío, por favor,
van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha importado el qué dirán.

Hijo mío, por favor,
¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me va pasar nada.

Hijo mío, por favor,
que ya has dormido en exceso..
Déjame, mamá, que soy
diputado del Congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía,
yo no sé por qué te inquietas
si por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,
de verdad, mamá, no insistas,
es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser amable
Y aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!

Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el estrés
que produce el Parlamento!

Fray Junípero (1713 – 1784) Religioso franciscano español .


Cuando la publicidad mete la pata

Sábado 24 de septiembre de 2011 por José M. de la Rosa Sánchez — Humor, humor, Inicio del curso

Anuncio real en un supermercado. Esto si que es celebrar la vuelta al cole…


Ser Maestra II

Viernes 23 de septiembre de 2011 por sustosbrujiles — Artículos, vocación

Un aula.

Niños y niñas de preescolar.

Hace ya unos cuantos años.

Una pregunta en el aire:

¿Qué quieres ser de mayor?

Y una voz infantil que contesta:

MAESTRA.

Los años pasan.

La pregunta una y otra vez

se repite en esas socorridas redacciones

de principio de curso

y vuelta de vacaciones.

La respuesta….siempre la misma.

MAESTRA.

El instituto. Acaba COU

No hay duda.

Quiero estudiar: Magisterio.

Examen de ingreso…

¿Y si no apruebo?

Alternativas…muy pocas.

Ninguna.

El ser maestra es vocacional.

No me imagino haciendo otra cosa.

Lista de aprobados. Nervios.

Mi nombre.

Abrazo a mi padre.

¡Se empieza a cumplir mi sueño!

Años de universidad. Tres.

Estudios.

Algún suspenso que se llevó lágrimas.

Noches de no dormir.

Fines de semana de no salir…

Pero al final un título.

Ya soy MAESTRA

Oposiciones, años de interina,

años de estudio.

Otra vez lágrimas.

Apruebo.

Espero mi primer destino

después de rodar por varios colegios.

Llego a “La Gaviota”.

El nombre inspira…

Libertad.

Ser yo misma.

Ya no hay marcha atrás.

Tampoco la quiero.

Días nublados.

La realidad se impone.

Disgustos. No hay conexión.

Alguna lágrima ahogada en soledad.

Impotencia.

¿Dudas?

De pronto, una chispa.

Luz. Esto funciona.

¿Compensa un momento bueno

los muchos momentos malos?

Medito. Analizo.

Tengo suerte.

Se ha cumplido mi sueño.

Si, me compensa.

Un pensamiento:

Algún día, en un hogar,

una familia conversa,

y un padre, o quizá una madre

le diga a su hijo:

¿Sabes? Yo un día tuve una MAESTRA.

MARI SOLE
JUNIO 2002


Frase del día: “Inoportuno”

Viernes 23 de septiembre de 2011 por José M. de la Rosa Sánchez — Frases y Citas

“Todo cuerpo sumergido en la bañera hará sonar el teléfono”.

Ley de la inoportunidad.


Frase del día: “bases”

Jueves 22 de septiembre de 2011 por José M. de la Rosa Sánchez — Frases y Citas

“El árbol más fuerte y frondoso vive de lo que tiene debajo.”

Proverbio chino


Ser maestra

Miércoles 21 de septiembre de 2011 por sustosbrujiles — Artículos
Soy maestra.
Desde que tengo recuerdos quise serlo.
Y lo logré, con mucho trabajo, pero lo conseguí.
Llegué a la escuela, a una, la primera.
Detrás vinieron más, y al final la definitiva.
Y ahora con el paso del tiempo,
me doy cuenta de lo importantes que son mis alumnos,
mis chicos, que yo les digo.
 Sin ellos…. ¿qué sería yo?
 Desde luego, maestra no.
 Una maestra sin niños, es
como un árbol que no echa raíces y muere.
Os quiero dar las gracias a todos mis alumnos,
los de hoy,
 los de ayer,
 los de mañana.
Gracias infinitas, agradecidas, dedicadas, amorosas.
 Sin vosotros yo no hubiera sido nada.
Hoy no sería nada.
Gracias a todos,
a los que me lo habéis puesto fácil,
a los que me lo habéis puesto complicado.
Gracias a todos
porque todos me habéis aportado algo
algo que me ha enriquecido
y me ha hecho aprender a ser maestra.
Mari Sole
Junio (no recuerdo el año)

Esos locos maestros

Miércoles 21 de septiembre de 2011 por sustosbrujiles — Artículos

(Me ha llegado vía mail y me ha gustado mucho.)

Esos locos que enseñan. Yo los conozco. Los he visto muchas veces. Son raros. Algunos salen temprano por la mañana y están en el cole una hora antes,otros salen del cole una hora más tarde porque tienen entrevistas con los padres que trabajan y no pueden acudir a otra hora, otros recorren todos los días más de 100Km de ida y otros tantos de vuelta. Están locos.

En invierno hablan mucho, siempre llevan caramelos de miel y limón en los bolsillos, otros con una botella de agua a su lado. Su garganta siempre está dolorida, pero siguen enseñando, a veces fuerzan su voz, pero siguen transmitiendo sus conocimientos con cariño e ilusión.

En verano les dan vacaciones, pero no desconectan del todo, piensan en sus clases, preparan tareas para el curso siguiente.

Yo los he visto, no están bien de la cabeza. Salen de excursión con sus alumnos y se encargan de gestionar autorizaciones, recogida de dinero y responsabilidad extra.

Qué será de ellos y ellas? Por la noche sueñan con el colegio, se les aparecen planetas, ecosistemas y personajes históricos. He escuchado que llegan cargados con cuadernillos y exámenes, que han corregido la tarde anterior en su casa.

Son mujeres y hombres, casados, solteros,…de diferentes edades, pero a todos les apasiona su trabajo, ver crecer a sus alumnos, ayudarlos y conseguir de ellos ciudadanos competentes.

Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza. Algunos dicen de ellos que viven muy bien, pero les han recortado el sueldo y siguen trabajando incluso más que antes, algunos no miran ni su nómina porque su pasión por la enseñanza los hace ciegos a pensar en el cobro. Disfrutan con lo que hacen, aunque haya padres que no los valoren, les critiquen e incluso les quiten autoridad, (a veces hasta les agreden), pero ellos siguen hacia adelante.

Están mal; por las tardes quedan para hacer cursos de formación y no les importa perder tiempo de su ocio para reciclarse.

Dicen que son autocríticos y que hacen balance de sus experiencias educativas, que se frustran cuando no salen las cosas como esperaban,
que se alegran cuando sus alumnos avanzan.

Están mal de la cabeza, yo los he visto. Dicen de algunos que fueron muy importantes, que siempre tienen palabras de aliento; dicen sólo que son MAESTROS y que se sienten MUY ORGULLOSOS DE SERLO.


Manual para subir montañas

Miércoles 21 de septiembre de 2011 por sustosbrujiles — Relatos breves, cuentos

A] Escoge la montaña que deseas subir: no te dejes llevar por los comentarios de los demás, que dicen “ésa es más bonita”, o “aquélla es más fácil”. Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú el único responsable y debes estar seguro de lo que estás haciendo.

B] Sabe cómo llegar frente a ella: muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, interesante, llena de desafíos. Pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que está rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.

C] Aprende de quien ya caminó por allí: por más que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.
D] Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, claro. Hay hendiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo. Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.

E] El paisaje cambia, así que aprovéchalo: claro que hay que tener un objetivo en mente: llegar a lo alto. Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama alrededor. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habías dado cuenta.
F] Respeta tu cuerpo: sólo consigue subir una montaña aquél que presta a su cuerpo la atención que merece. Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar. Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad. Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.

G] Respeta tu alma: no te repitas todo el rato “voy a conseguirlo.” Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además termina por echar a perder el placer de la escalada. Pero atención: tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, pues eso te hará perder la fuerza interior.

H] Prepárate para caminar un kilómetro más: el recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos. Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.

I] Alégrate cuando llegues a la cumbre: llora, bate palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón. Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida. Lo conseguiste.

J] Haz una promesa: aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y dite a ti mismo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas a utilizar. Y, si es posible, promete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura.

K] Cuenta tu historia: sí, cuenta tu historia. Ofrece tu ejemplo. Di a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas.

Paulo Coelho


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