03- Cómo surgió el método

 Nunca tuve la experiencia de tener varios niveles en una misma clase.
Nunca experimenté lo que era una unitaria [1]. Nunca había valorado el trabajo de mis compañeros con unitarias, hasta que me llegó la hora.
Llevaba 22 años (1976-98) impartiendo Matemáticas y Ciencias a la segunda etapa de E.G.B..(niños/as de 14 años)

 Pasaba de una clase a otra, soltando el rollo. No tenía una mesa de trabajo fija,y tampoco tenía tiempo de experimentar métodos para mejorar la enseñanza.

 Como resultado de un reajuste en la Educación (96/97), me destinaron a Encinarejo de Córdoba, un pueblecito encantador (800 habitantes), pero una “UNITARIA” al fin y al cabo.

 Nunca había tenido la experiencia de tener 3 cursos en la misma clase.
Y el primer año, pensé que iba a acabar loco.

  ¿Cómo conseguir la tranquilidad en clase?.

 Eran niños, como todos los niños: activos, locuaces. Vamos, de los que a cada instante te dicen: ¿y ahora qué hago maestro? – a pesar de haber indicado tres y cuatro veces la tarea a realizar.-

 ¿Respeto al compañero en sus intervenciones? – ninguno.
¿Técnicas de estudio o trabajo? – Ni olerlas.
¿Un cuaderno para cada materia? - ¡pero en qué país vives maestro, contento has de estar si cuentan con uno!.

 Debido a los pocos habitantes de Encinarejo, el número de alumnos era bajo (50 en todo el colegio). Por esta razón, mi curso se encontraba agrupado en un aula de esta forma:
 4º de E.P. – antes 4º de E.G.B.; hoy 2º nivel de II Ciclo de E.Primaria.(10 años)
 5º de E.P. – antes 5º de E.G.B.; hoy 1º nivel de III Ciclo de E.Primaria.(11 años)
 6º de E.P. – antes 6º de E.G.B.; hoy 2º nivel de III Ciclo de E.Primaria.(12 años)
 Tres grupos diferentes, tres temarios distintos y una hora para explicar la materia.

 Imaginaba a un camarero sirviendo tres mesas al mismo tiempo.
Tenía dos opciones:
 Servir completamente (de 1º plato a postre) a la 1ª mesa, y por último, atender a la 3ª mesa.
¿ Cómo explicar la forma de multiplicar o dividir por varias cifras, y mantener en silencio a los demás grupos hasta que les llegara su turno?.

 La otra opción – por la que me decanté – fue la de servir a todos los comensales su primer plato y, mientras la 1ª mesa terminaba, colocaba los primeros en las demás mesas.

 Conforme iban terminando, sacaba los segundos platos, y como un malabarista del circo, agitaba las varillas, agitaba con los brazos los aros y soplaba fuego por la boca.
Al final, todos los comensales habían terminado su menú. Pero el camarero – cual payaso – acababa reventado.

 No estaba mal el sistema:
Una explicación corta de mates para 4º y a trabajar ejercicios.
Continúo con 5º y a trabajar ejercicios.
Sigo con 6º y lo mismo.
Vuelvo a 4º. Más explicación y ejercicios.
Paso a 5º. Ya no sé ni donde me quedé antes.
Continúo con 6º. ¿Dónde íbamos?.
¿Pero acaso había otra manera?.

 Llegué a apostar conmigo mismo, quién se volvería loco antes: ellos o yo.

¿CÓMO CONSEGUIR LA TRANQUILIDAD EN LA CLASE?.

Esa era la clave. Si había tranquilidad, habría atención por su parte. Si había atención, habría estabilidad y progreso en los estudios. Si conseguía tranquilidad, mi espíritu se serenaría. Bajaría mi agobio, mi angustia, mi tensión. Conseguiría eficiencia en mi trabajo, felicidad en mis alumnos y salud mental para todos.

 La mayor dificultad en el desarrollo de la clase consistía en mantener la ATENCION y el SILENCIO en los diferentes grupos, de manera que permitiera el normal desarrollo de las materias curriculares.

Y cual “RAMBO” comencé mi batalla.

Comencé por modificar la colocación de las mesas en clase. Modifiqué su colocación de todas mirando al frente por tres islas bien diferenciadas.

Esta colocación en el espacio me permitía situar cada grupo en el aula: 4º aquí, 5º allí y 6º acá.
 Sin ser consciente en ese momento apliqué FENG-SHUI [2]

 Y para aprenderme pronto sus nombres, nada mejor que un cartelito sobre cada pupitre con el nombre del alumno. Genial.

 Había leído mucho, así que puse en practica todo aquello que se supone podría ayudar a mantener la CALMA y SOSIEGO que se necesitaba en el aula.

(Continuará)